ALTERACIONES DEL CORDÓN UMBILICAL.
Cordón largo.
Un cordón largo no se relaciona con
defectos, pero por su mayor longitud existe más riesgo de que se formen nudos
verdaderos, se prolapse o se enrolle alrededor de distintas partes del cuerpo
del bebé, produciendo sufrimiento fetal antes o durante el trabajo de parto.
Nudos del cordón.
Los movimientos que el bebé realiza
dentro de la cavidad uterina pueden dar lugar a la formación de nudos en el
cordón. No es frecuente que un nudo llegue a apretarse tanto que el bebé no
reciba el oxígeno y los nutrientes. A veces los nudos pueden ser falsos, es
decir, por la formación de vasos muy tortuosos que no presentan complicaciones.
Cuando los nudos son reales, pueden ajustarse durante el parto y evitar el paso
de oxígeno. En esa situación el médico evaluará si realiza una cesárea o
permite el parto vaginal.
Circular del Cordón
Se denomina así a las vueltas
que el cordón pueda dar alrededor del cuello del bebé o en otras partes de su
cuerpo. Si la circular está muy ajustada, puede comprimir el cordón, disminuir
el flujo de sus vasos y producir la muerte del feto; sin embargo, entre el 20 y
el 40% de los niños nacen con una circular del cordón, un hecho que puede
ocurrir antes o durante del parto y que no tiene relevancia mientras que la
circular no se encuentre tan ajustada como para comprimir el cordón y comprometer el flujo.
Prolapso del Cordón
Esta complicación muy poco común se
presenta cuando se desplaza por la cavidad vaginal antes de que se produzca el
nacimiento del bebé. En esta situación, el cordón sufre una compresión y el
bebé puede dejar de recibir sangre
. En estos casos es indispensable que el bebé nazca inmediatamente, en general a través de una cesárea. Esta alteración se produce con más frecuencia en partos prematuros, cuando el bebé está en posición de nalgas o cuando las membranas se rompen por una intervención obstétrica
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