La implantación
satisfactoria requiere un alto grado de preparación y coordinación por parte
del embrión y del endometrio. La
compleja preparación hormonal del endometrio
que comenzó al final del periodo menstrual anterior va encaminada a proporcionar un ambiente celular y
nutricional adecuado a su llegada. La disolución de la zona pelúcida
indica que el embrión está listo para
comenzar la implantación.
La primera etapa de
esta, consiste en la adhesión al epitelio endometrial de un blastocisto con un gran tamaño. Las
superficies apicales de las células
epiteliales del endometrio expresan, por la acción hormonal, varias moléculas
de adhesión como las integrinas, que permiten el proceso de implantación en el
estrecho intervalo entre los 20 y 24 días del ciclo menstrual ideal. Por su
parte, antes de la implantación, las células trofoblásticas del blastocisto también expresan
moléculas de adhesión en sus superficies. El blastocisto se fija al epitelio
endometrial a través de ligandos que actúan como puentes. Tanto estudios in
vivo como in vitro han demostrado que la adhesión del blastocisto se produce en
el área por encima de la masa celular interna (polo embrionario) , lo que
sugiere que las superficies del trofoblasto no son todas iguales.
La siguiente etapa
de la implantación es la penetración del
epitelio uterino. En los primates, el trofoblasto celular experimenta un paso ulterior en su
diferenciación, justo antes de entrar en contacto con el endometrio. En el área
que rodea a la masa celular interna, las
células derivadas de este trofoblasto celular (citotrofoblasto) se fusionan
para formar un sincitiotrofoblasto multinucleado. Aunque solo se aprecia una
pequeña zona del sincitiotrofoblasto al inicio de la implantación, esta estructura pronto rodea todo el embrión.
Las pequeñas prolongaciones del sincitiotrofoblasto se introducen entre las
células epiteliales uterinas. Después se extienden a lo largo de la cara
epitelial de la lámina basal que subyace
al epitelio endometrial para formar una placa trofoblastica algo
aplanada. Aproximadamente en un día las prolongaciones del sincitiotrofoblasto
comienzan a penetrar en la lámina basal desde la pequeña placa trofoblastica.
El sincitiotrofoblasto inicial es un tejido muy invasivo que se expande con
rapidez y se abre camino erosionando el estroma endometrial .Aunque esta
invasión esta medida sin duda por enzimas apenas se conoce su base bioquímica
en los seres humanos .En 10 o 12 días después de la fecundación, el embrión
está incluido por completo en el endometrio. Su punto de penetración inicial queda
marcada al principio por su área descubierta o tapón acelular y sellado más
tarde por la migración de células epiteliales uterinas.
A medida que
progresa la fase inicial de la implantación, las prolongaciones del
sincitiotrofoblasto invasivo cubren tramos de los vasos sanguíneos
endometriales maternos, erosionan las paredes vasculares y la sangre de la
madre comienza a rellenar las lagunas aisladas que se han ido formando en el
trofoblasto. Las prolongaciones trofoblásticas entran en los vasos sanguíneos e
incluso comparten complejos de unión con las células endoteliales. Una vez que
las lagunas se han llenado de sangre el trofoblasto cambia de función y ya no
es tan invasivo como lo era en los primeros días de la implantación. La salida
de sangre del útero en esta fase puede producir un “manchado” que en ocasiones
se malinterpreta como una menstruación anómala.
Mientras el embrión
perfora el endometrio y algunas celular citotrofoblásticas se fusionan en el
sincitiotrofoblasto, las células de tipo fibroblástico del estroma endometrial
algo edematoso se hinchan por la acumulación de glucógeno y gotitas lipídicas.
Tras ello, estas células deciduales se
adhieren de manera muy apretada y forman una gran matriz celular que rodea al
embrión implantado y más tarde ocupa la mayoría de endometrio. Al mi9smo tiempo
que se produce la reacción decidua, nombre que recibe esta transformación, los
leucocitos que han infiltrado el estroma del endometrio al final de la fase
progestacional del ciclo endometrial secretan interleucina-2 , que
evita el reconocimiento materno del embrión como un cuerpo extraño durante las primeras etapas de la anidación.
Un embrión es
antigénicamente diferente de la madre y por tanto debería ser rechazado por
medio de una reacción inmunitaria celular similar a la que provoca un
trasplante incompatible de corazón o riñón. Parece que una reacción básica de
la función decidual es proporcionar un lugar privilegiado desde el punto de
vista inmunitario para proteger del rechazo al embrión en desarrollo, pero no
se sabe cómo se logra est
o.
No es
infrecuente que un blastocisto no
consiga adherirse al endometrio y tampoco se implante. El fracaso de la
anidación es un problema preocupante en técnicas de fecundación in vitro cuya
tasa de éxito es del 25 al 30%.
ESTADIO DEL DISCO
BILAMINAR
Justo antes de que
el embrión se implante en el endometrio
al principio de la segunda semana, empiezan a aparecer cambios
significativos en la masa celular interna y en el trofoblasto. A medida que las
células de la masa celular interna se disponen adoptando una configuración
epitelial en lo que en ocasiones se denomina cubierta embrionaria, aparece una
fina capa de células en su parte ventral. La capa superior principal de
células, se llama epiblasto, y la capa inferior hipoblasto o endodermo
primitivo.
No se sabe a
ciencia cierta cómo se forma el hipoblasto, pero los datos indican que las
células de esta capa se originan por deslaminacion (separación) en la masa
celular interna. El hipoblasto se considera endodermo extraembrionario y en
última instancia origina el revestimiento endodérmico del saco vitelino. Recientemente se ha
demostrado que una región concreta del hipoblasto anterior del embrión del
mamífero, posee la notable capacidad de inducir la mayor parte de la cabeza y
el prosencefalo .
Despues de que el
hipoblasto se ha constituido en una capa bien definida y que el epiblasto ha
adoptado una configuración epitelial , la masa celular interna se transforma en
un disco bilaminar, con el epiblasto en su superficie dorsal y el hipoblasto en
la ventral.
El epiblasto
contiene las células que formaran el embrión en sí mismo, aunque de esta capa
también se originan tejidos extraembrionarios. La capa que aparece después del
hipoblasto es el amnios, una capa de ectodermo extraembrionario que finalmente
rodea a todo el embrión en una cámara llena de líquido denominada cavidad amniótica
.Los estudios realizados en embriones de primate indican que se origina en
primer lugar una cavidad amniótica primordial mediante cavitación (formación de
un espacio interno) en el interior del epiblasto preepitelial, esta cavidad
queda revestida por células procedentes de la masa celular interna. Según
investigadores, el techo del amnios se abre con exposición a la cavidad
amniótica primordial al citotrofoblasto que queda sobre ella. Poco tiempo
después (aprox. 8 días después de la fecundación) el epitelio amniótico
original vuelve a formar un techo solido sobre la cavidad amniótica.
Mientras el embrión
temprano todavía esta anidado en el endometrio (aprox día 9) las células del hipoblasto comienzan a
propagarse, revistiendo la superficie interna del citotrofoblasto con una capa
continua de endodermo extraembrionario denominado endodermo parietal. Cuando finaliza
la expansión del endodermo, se ha constituido una vesícula llamado saco
vitelino primario. En este momento (aprox. 10 días de fecundación), el complejo
embrionario constituye el disco germinal bilaminar, que se localiza entre el
saco vitelino primario en su superficie ventral y la cavidad amniótica en su
superficie dorsal. Al poco tiempo, dicho saco vitelino, primario sufre una
constriccion, formando un saco vitelino secundario y dejando un resto del
interior.
Unos 12 días
después de la fecundación comienza a aparecer otro tejido, el mesodermo
extraembrionario .Las primeras células mesodérmicas extraembrionarias parecen
proceder de una transformación de las células endodérmicas parietales. Estas
células se unen después a otras mesodérmicas extraembrionarias que se han
originado a partir de la línea primitiva. El mesodermo extraembrionario es el
tejido que constituye el soporte tisular del epitelio del amnios y del saco
vitelino, así como de las vellosidades coriónicas que se originan a partir de
los tejidos trofoblásticos .El soporte que proporciona dicho mesodermo no solo es
de tipo mecánico sino también trófico, debido a que actúa como sustrato a
través del cual los vasos sanguíneos aportan oxígeno y nutrientes a los
distintos epitelios.
La implantación
tiene lugar al final de la primera semana. Las células del trofoblasto invaden
el epitelio y el estroma endometrial subyacente con la ayuda de enzimas
proteolíticas. La implantación puede tener lugar fuera del útero, por ejemplo
en la bolsa rectouterina, en el mesenterio, en las trompas de Falopio o el
ovario (embarazos ectópicos)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario