domingo, 13 de octubre de 2013

ALTERACIONES DEL CORDÓN UMBILICAL.

Cordón largo.

Un cordón largo no se relaciona con defectos, pero por su mayor longitud existe más riesgo de que se formen nudos verdaderos, se prolapse o se enrolle alrededor de distintas partes del cuerpo del bebé, produciendo sufrimiento fetal antes o durante el trabajo de parto.


Nudos del cordón.

Los movimientos que el bebé realiza dentro de la cavidad uterina pueden dar lugar a la formación de nudos en el cordón. No es frecuente que un nudo llegue a apretarse tanto que el bebé no reciba el oxígeno y los nutrientes. A veces los nudos pueden ser falsos, es decir, por la formación de vasos muy tortuosos que no presentan complicaciones. Cuando los nudos son reales, pueden ajustarse durante el parto y evitar el paso de oxígeno. En esa situación el médico evaluará si realiza una cesárea o permite el parto vaginal.



 Circular del Cordón

Se denomina así a las vueltas que el cordón pueda dar alrededor del cuello del bebé o en otras partes de su cuerpo. Si la circular está muy ajustada, puede comprimir el cordón, disminuir el flujo de sus vasos y producir la muerte del feto; sin embargo, entre el 20 y el 40% de los niños nacen con una circular del cordón, un hecho que puede ocurrir antes o durante del parto y que no tiene relevancia mientras que la circular no se encuentre tan ajustada como para comprimir el cordón y comprometer  el flujo.



Prolapso del Cordón

Esta complicación muy poco común se presenta cuando se desplaza por la cavidad vaginal antes de que se produzca el nacimiento del bebé. En esta situación, el cordón sufre una compresión y el bebé puede dejar de recibir sangre



. En estos casos es indispensable que el bebé nazca inmediatamente, en general a través de una cesárea. Esta alteración se produce con más frecuencia en partos prematuros, cuando el bebé está en posición de nalgas o cuando las membranas se rompen por una intervención obstétrica



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